domingo, 17 de mayo de 2009

Vicio

Empezar a editar un blog es como comer pipas. Un vicio. Y como, además, algo de incorregibles viciosos tenemos todos....En fin, no sé si los Amos y los sumisos lo son algo más o, sencillamente, han tenido que buscarse la vida para desarrollarse tal y como son y pasan de simplezas. No hay que complicarse tanto la existencia, que bastantes líos trae ya consigo. La sencillez de lo auténtico. La serenidad que produce el ser realmente, lo que uno es. ¿Por qué será tan dificil?

Y para empezar yo misma y romper el hielo, diré que yo nací sumisa. Y además, muy puta. Si, ¿por qué no decirlo con todas sus letras? Fui una niña muy precoz y desde que alcanzo a recordarme, siempre he tenido fantasías sexuales y todas y cada una de ellas, estaban relacionadas con el spank, la dominación y, bueno, desde la inocencia de una cría, pues con algo de sado. No fui feliz. Tuve que crecer y conocer esta herramienta tan maravillosa que es internet para describirme a mí misma a través de ventanitas de chat y de frases casi siempre malintencionadas de gente sin cara, sin nombre y sin historia. Comencé asi, relacionándome con letras de pantalla hasta que un día, di el salto. Lo tuve que pensar mucho, pero el peso del deseo de realidad es demasiado. Acabas cediendo y cae sobre tí sin tapujos. Y no es poca su crudeza. Te ves las más de las veces viajando para tener un sexo violento con un ser desconocido del que no tienes más remedio que fiarte y al que entregas....tu esencia. En realidad, es algo terrible.

Pero yo tuve suerte y encontré gente maravillosa en mi camino. Fui un poco de aquí para allá. Hasta que apareció Dd.

Vicio

Empezar a editar un blog es como comer pipas. Un vicio. Y como, además, algo de incorregibles viciosos tenemos todos....En fin, no sé si los Amos y los sumisos lo son algo más o, sencillamente, han tenido que buscarse la vida para desarrollarse tal y como son y pasan de simplezas. No hay que complicarse tanto la existencia, que bastantes líos trae ya consigo. La sencillez de lo auténtico. La serenidad que produce el ser realmente, lo que uno es. ¿Por qué será tan dificil?

Y para empezar yo misma y romper el hielo, diré que yo nací sumisa. Y además, muy puta. Si, ¿por qué no decirlo con todas sus letras? Fui una niña muy precoz y desde que alcanzo a recordarme, siempre he tenido fantasías sexuales y todas y cada una de ellas, estaban relacionadas con el spank, la dominación y, bueno, desde la inocencia de una cría, pues con algo de sado. No fui feliz. Tuve que crecer y conocer esta herramienta tan maravillosa que es internet para describirme a mí misma a través de ventanitas de chat y de frases casi siempre malintencionadas de gente sin cara, sin nombre y sin historia. Comencé asi, relacionándome con letras de pantalla hasta que un día, di el salto. Lo tuve que pensar mucho, pero el peso del deseo de realidad es demasiado. Acabas cediendo y cae sobre tí sin tapujos. Y no es poca su crudeza. Te ves las más de las veces viajando para tener un sexo violento con un ser desconocido del que no tienes más remedio que fiarte y al que entregas....tu esencia. En realidad, es algo terrible.

Pero yo tuve suerte y encontré gente maravillosa en mi camino. Fui un poco de aquí para allá. Hasta que apareció Dd.

Desde mi habitación aprecio el movimiento sordo de las ramas en los árboles. Detrás de ellos, algunas montañas se alzan despacito para encuadrarse en el marco acristalado de mi ventana. De vez en cuando me sorprendo a mí misma perdida en esta imagen, y me siento como una niña a la que han pillado robando caramelos en el mostrador de un hotel de cuatro estrellas.

Este recuerdo me arrastra irremediablemente a otro. Los caramelos del mostrador del Parador donde me llevó mi Amo ayer, eran de tres colores: blanco, rojo y azul. Me pareció curioso este despligue de colores en un cuenco de cristal, sobre todo el blanco. Dd cogio uno y se lo comió mientras hacíamos el check-in. Pero no me dió tiempo a comprobar si era el blanco. ¿Cual sería su sabor?

El olor de las sábanas me devolvió por un instante a una realidad a medias comprendida cuando Dd me empujó sobre la cama. Me quedé quieta. Deseaba, sólo por esta vez, obedecerle. Este olor tan... ¡a límpio!

DEsde mi habitación

Desde mi habitación aprecio el movimiento sordo de las ramas en los árboles. Detrás de ellos, algunas montañas se alzan despacito para encuadrarse en el marco acristalado de mi ventana. De vez en cuando me sorprendo a mí misma perdida en esta imagen, y me siento como una niña a la que han pillado robando caramelos en el mostrador de un hotel de cuatro estrellas.

Este recuerdo me arrastra irremediablemente a otro. Los caramelos del mostrador del Parador donde me llevó mi Amo ayer, eran de tres colores: blanco, rojo y azul. Me pareció curioso este despligue de colores en un cuenco de cristal, sobre todo el blanco. Dd cogio uno y se lo comió mientras hacíamos el check-in. Pero no me dió tiempo a comprobar si era el blanco. ¿Cual sería su sabor?

El olor de las sábanas me devolvió por un instante a una realidad a medias comprendida cuando Dd me empujó sobre la cama. Me quedé quieta. Deseaba, sólo por esta vez, obedecerle. Este olor tan... ¡a límpio!

Preambulos...

Comienzo a dar forma a este blog personal una preciosa tarde de mayo, medio tumbada sobre la cama que comparto con mi Dueño, Dd. Todavía puedo sentir el ardor de sus últimos azotes -hace apenas una hora- y el sello de su aroma en mis entrañas.

A ver si consigo que este sea un regalo entrañable y, sobre todo...sumiso.

Valeria

Preambulos...

Comienzo a dar forma a este blog personal una preciosa tarde de mayo, medio tumbada sobre la cama que comparto con mi Dueño, Dd. Todavía puedo sentir el ardor de sus últimos azotes -hace apenas una hora- y el sello de su aroma en mis entrañas.

A ver si consigo que este sea un regalo entrañable y, sobre todo...sumiso.

Valeria