jueves, 11 de junio de 2009

Más adentro...

Me azotas cada noche. Dices que estoy en doma, que debo aprenden a obedecerte y a ser una buena esclava. A tener los ojos puestos en tí. Vienes tarde, no preguntas. Destapas mi cuerpo, ya cálido y al abrigo de las mantas y los sueños y me haces poner a cuatro patas sobre la cama. No soy rápida -estaba dormida- y me "ayudas" a separar mis piernas con el cane. Lo llevas hasta lo más alto y se incrusta entre los labios de mi coño. Deseas que mis piernas estén bien abiertas. Percibo cierta humedad en mi entrepierna. Me soprende, porque no estoy excitada - ¿o si?- y tu voz me devuelve a la realidad de lo que soy cada minuto de mi vida: tuya.
Me castigas. Y no eres blando conmigo. Pretendes marcarme. Sé que eso es bueno y me alegro con cada golpe de cane sobre mis nalgas.
Terminas de azotarme y me das la vuelta sobre la cama, con brusquedad. Me preguntas mi nombre: "valeria", te respondo. Y sonries. Me llamas puta, me abres el culo y dejas tu leche en mis tripas. Vuelvo a dormirme abrazada a tu cuerpo; enroscada en él como si eso me hiciera invencible.

Amanece. Te levantas antes que yo. Me azotas cada mañana....

0 comentarios: