jueves, 4 de junio de 2009

Noche de ausencia


Hoy no estás. Deseo que el sueño me venza y que aparezcas en él. Para sentirte cerca. Para que me atrape el miedo a tu firmeza con la misma intensidad que el amor a tus ojos y a tu sonrisa. ¿Cuál es realmente el motor del universo, Amo? Tal vez una mezcla indisoluble de ambos. Tal vez funcionen de una forma muy especial los engranajes de mi mundo. Me da por pensar que el motor que me anima, eres Tú, mi Señor.
No estás, no. Yo, que desde hace varios días siento tu fuerza sobre mí, cotidiana. Me he mirado al espejo, quería verme los moratones que dejaron tus castigos sobre mí. Y hoy mismo cuando me has azotado sin descanso, buscando macarme como a la perra que soy. Marcada como una res, para que todos puedan ver quien es su Dueño. A quién pertenece.
Pero he sido remolona, Señor. No he corrido a mostrarme desnuda ante tí para asumir el castigo que has decidido aplicarme. He pretendido dejar pasar un tiempo precioso para que tuvieras que irte y no me azotaras más. A pesar de ello, has encontrado el modo de hacerlo y me has vuelto a colocar con el culo expuesto ante tí, los codos apoyados sobre el banco de castigo -que ya viene siendo el lugar habitual- con las bragas en los tobillos.
Iban a ser 25 azotes con el cinturón. Pero me he movido varias veces y no has tenido más remedio que volver a empezar. Así debe ser, debo aprender, poco a poco, a estarme muy quieta cuando me azotas.
He besado con amor tu mano después del castigo. La hubiera lamido....todavía con el olor del cuero entre tus dedos.
Y te amo cuando me tratas como a una puta. Cuando me humillas dejándome sin sexo sabiendo que me arden las entrañas. Te amo más cuando te siento Amo, Dueño de mi vida, de mis pensamientos todos, de mis días.
Pido Señor que me enseñes a ser mejor esclava. A sentir la distancia entre tu y yo sabiendo que hay un látigo entre nuestros cuerpos -o un cane, o una fusta, o un cinturón, o una zapatilla....- que me recordará siempre que existo para obedecerte. Que sólo soy una puta sumisa: polvo y agua.

0 comentarios: