jueves, 18 de junio de 2009

castigos sin sexo


Llevo ya 5 días sin follar. Estoy castigada. Todos los días mi Dueño me usa por el culo, pero nada más. Estoy siendo adiestrada y no merezco otra cosa. No me quejo, Amo, aunque no puedo más. Desearía llevarme tu polla a la boca, lamerla, tragarla, que te aferres a mi cabeza y me folles la boca. Deseo tumbarme boca abajo en la cama, y sentirla en la garganta.
Señor, sigue castigando mi cuerpo; modela mi alma para que te satisfaga plenamente. Debo aprender. Mi lugar está a tus pies.
Pero no creo que aprenda nunca, no consigo hacerlo bien. La rebeldía me gana y acabo necesitando que me azotes hasta hacerme llorar. Entonces sí, entonces corro a abrazarme a tí y me siento como una niña pequeña entre tus brazos.
¿Sabes lo que más quiero? Quiero mirarte y obedecerte sin rechistar. ¿Podrás conseguir eso de mí? Hacer que de mi boca brote siempre un Señor.... cuando me dirijo a tí. ¿Podrás conseguir de mí esa obediencia total y absoluta que haga que no me mueva cuando me castigas, que asuma rápidamente la posición que desees que adopte para recibir mi merecido castigo?
Haz de esta perra que tienes como esclava te sirva bien. Por favor, Amo, haz de mí una buena hembra para tu propio placer y el de aquellos a los que tú deseas que me utilicen.

0 comentarios: