sábado, 20 de junio de 2009

trastadas

Estoy muy lejos de mi Señor. Aprovecho para hacer alguna que otra trastada. Mi deseo es irrefrenable; olvido que mi placer no me pertenece y corro tras él sin preocuparme de las consecuencias.

Cada vez que he tenido ocasión de hacerlo, me he masturbado. Han sido largas pajas llenas de fantasías y placeres prohibidos.

Podría sencillamente escribir "me he masturbado" en el listado de confesiones, pero prefiero hacerlo aqui, porque han sido bastantes veces y creo que este tema merece una atención especial. Porque no soy capaz de refrenarlo. Mi necesidad de sexo es tan apabullante que sólo el pensar en pasar 12 horas sin dedicarme a él, me hace sentir como desfallecida....con hambre. Y tengo mucha, mucha hambre.

0 comentarios: